Oportunidades perdidas. Aficionados del Levante gritan a sus jugadores: ¡Mercenarios!

[ueva]

.

Antes de nada es obligado aclarar que no tengo conocimiento exacto sobre lo acontecido en esta ocasión -tras la amarga derrota del Levante de fútbol frente al Villarreal-, pero que este posible desconocimiento es irrelevante, puesto que la narración que hago de este espectáculo es sólo un ejemplo de otros muchos, análogos.

El caso es que el Levante va colista y hoy ha perdido 5-0 ... y al parecer unas cuantas personas han esperado a los jugadores al final del partido para pedirles explicaciones, al grito de ¡Mercenarios! y otras tonterías semejantes (o peores, que seguro que las ha habido).

Cito este caso para hablar de las cosas intolerables que campan a sus anchas tranquilamente, a nuestro alrededor, y las excelentes oportunidades que tenemos para corregir estas idioteces grupales. Suelo poner el ejemplo de que no se puede razonar con un violador sexual, porque eso es darle parte de razón, justificar su conducta en cierta forma. Ya sabemos que esta actitud de "charla comprensiva" la tiene mucha gente, cuando se enfrentan a situaciones que no deben ser toleradas bajo ningún concepto.

Otro ejemplo muy habitual es cuando un familiar o allegado en Modo Imbécil exhibe su machismo, racismo, o humilla a alguien delante de los presentes, los cuales callan o incluso apoyan al acosador o denigran al acosado, A PESAR de que sea manifiesta la injusticia que se está viviendo (esto lo hemos vivido todos en multitud de ocasiones). Luego vienen los psicólogos, las biólogas, y lo justifican refiriéndose a atavismos, al ADN, al beneficio grupal, y chorradas de ese estilo. Con lo cual todo este engendro queda bien redondeado, ¡y seguimos para Bingo!

Gila, con la conocida chanza del apalizamiento a un individuo daba en el clavo con perfección. Esto de meterse con quien YA está siendo acosado se desarrolla muy habitualmente en todos los ámbitos. Y da igual que haya entre los presentes gente hermosa y sana: la injusticia se impone ... a no ser que alguien reaccione ... y que alguien más le apoye.

Esos son momentos oportunísimos y efectivísimos para cortar por lo sano. En primer lugar (aunque no es el actor más importante) está el/los protagonistas de la patochada que, sea por una momentánea alteración, o por un trauma, autoengaño, interés egoísta, o lo que sea, debe ser incitado a la rectificación (con el respeto que nos debemos unos a otros, tratando de ayudar al prójimo para que sea más educado). Y en segundo lugar, y decisivamente más importante, están los espectadores (en el caso de los acontecimientos del Levante los espectadores somos todos nosotros, ya que esta noticia va a circular abundantemente por ahí).

Son los espectadores quienes más "lecciones adecuadas" deben recibir, haciéndoles ver que los aficionados han tenido un comportamiento indigno, lamentable al máximo, y que esa actitud "no debe instalarse" en nuestra sociedad (actualmente está instalada).

Por el contrario, en tantos y tantos casos similares se produce el paripé fofo, asqueroso, de acciones relamidas como: explicaciones por parte de los futbolistas (como ha sucedido hoy: al parecer han estado justificándose y disculpándose ante sus seguidores durante 40 minutos); asimismo narraciones burdas y contemporizadoras por parte de los enviados de los medios de comunicación; y por supuesto, en parte derivado de esa impropia transmisión que los medios de comunicación suelen hacer de la realidad, las innumerables charlas de besugos que tendrán lugar en los bares y demás reuniones sociales.

Todo ello dentro de este clonismo general que, como he dicho, justifica y asienta estas acciones gilipollas de los aficionados de casi TODOS los equipos y, en el resto de ámbitos ajenos al deporte, de una gran parte de las familias y demás grupos sociales.

.

Editado January 4, 2022 at 05:45 por ueva